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Enseñar por pedacitos

Las cosas que no sabe el niño sordo son muchas. La gran mayoría de lo que aprendemos viene através de los ojos y los oidos. Los sordos, faltando oir bien, muchas veces malentienden hasta lo que ven, porque no hay un adulto para explicarselos, como tienen niños oyentes.

Por ejemplo, un sordo mayor, me dijo que cuando era niño, el veía los barcos y los aviones que se fueron de su isla. Al desaparecer, pensaba que se había muerto todo el mundo.

Un sordo mayor expresó sorpresa cuando yo le hablé de botar agua de tanque que estaba llena de larva y pupa de mosquito. El no tenía idea que se iban a convertir en mosquitos, ¡y eso en un país que tenga problemas de malaria y dengue!

Enseñando a sordos, debemos empezar en cero. Si resulta que ya saben algo, es fácil brincar más adelante. Lamentablemente, muchos empiezen donde empezarián con un niño oyente, brincando o omitiendo información fundamental.

Le doy un ejemplo. Cuando los niños de mi aula querían usar marcadores, yo simplemente los puse en la mesa, y ellos los usaron como querrían. Después de pocos días, ví que ya habían perdido los tapes, y habían varias marcadores secos. No era simplemente descuidar. Ellos no sabían el efecto de dejarlo sin tapa. Nadie les había explicado, y no tenían experiencia previa.

Ahora, cuando yo empiezo con un grupo, yo empiezo en cero. Yo le muestre el marcador. Yo explico como se quita la tapa, y que puede ponerla atrás del marcador para no perderlo. Yo paso una marcadora alrededor, dejando que cada niño lo abre y lo tapa. Les explico que si no la tapan, se seca, y les muestro uno seco, y muestro como no sirve ya. Yo les explico y muestro, cuando es mejor usar crayolas, y cuando mejor marcadores. Yo demuestro como uno no debe poner demasiado tinta en un sólo lugar, para no pasar por la página. Después, cuano los están usado las primeras veces, yo paso entre los estudiantes, felicitando los que están usandolas correctamente, y recordando los demás como se usa, para que desde el principio desarrollan buenas costumbres.

Otro ejemplo de porque debemos empezar en cero. A veces mis estudiantes son del campo, o de familias pobres que no tienen un cuarto de baño formal. No han usado nunca un inodóro. Cuando instalamos un inodóro primera vez en la escuela, el primer día, rompieron la tapa del tanque. Dentro de cuatro días, habían roto la palanca de bajar también. Basicamente, ¡acabaron con un inodóro nuevo dentro de cuatro días! Después de eso tuvimos que bajarlo jalando una cuerda que arreglo un señor que trabajaba allá, con una tapa improvisada y fea de madera.

Yo entiendo ahora que eran simplemente curiosos. Querían ver como funcionaba el inodóro, y era su primera oportunidad de explorarlo. Pues, ahora, cuando tengo niños que no lo conocen, yo los llevo al baño y destapo el tanque atrás, dejandolos ver los adentros. Les explico como funciona todo, y como mantenerlo sin dañar. No he perdido otro tapa desde entonces, ni se ha dañado una palanca.

Yo explico las cosas más mínimas al principio. Por ejemplo, tenemos un juego de baraja. A los niños le gustan este juego. Pero no están acostumbrado, por falta de enseñaza en casa, a cuidar a los materiales. Si les dejo jugar, sin enseñarles, dentro de dos o tres días, no habrán suficiente baraja para jugar. Los muestro como abir el cartón, y lo paso, pidiendo que cada uno lo abre y lo cierre. Si piensa que es exagerado, le aseguro que no lo es. Perdí varias cartones antes que aprender esta lección. Si no los enseña, alguien va a romper el cartón para abrirlo. Después, yo lo muestro como nosotros, habiendo terminado nuestro juego, vamos a buscar por todos lados, hasta en el piso y en las sillas, para averiguar que no hemos dejado ninguna baraja afuera.

Después entramos la baraja, y guardamos el paquete en su lugar. En todo, les estoy explicando el porque. (Mañana al buscar, sabemos donde van a estar. Porque guardamos todos, podemos jugar otra vez, etc.)

Este es un principio que se puede aplicar en toda la enseñaza. En cualquier momento, que ve que hay algo demasiado confuso o difícil para la clase, rompelo en pedacitos, ponlo en pasos más fáciles.

Vamos a imaginar que empiezo a dar una conjugacíon de un verbo, por primera vez. Los estudiantes realmente no lo entienden bien. Okay, vamos a ver. ¿Qué necesitan saber primero? Bueno, deben saber los pronombres personales. Si no los saben, nuncan van a poder entender conjugar verbos, aunque pueden memorizar sin entender. A propósito, muchos no saben los pronombres bien, cuando los maestros piensan que si, pues, sería bien averiguarlo primero.

Okay, ahora vamos a decir que enseñamos los pronombres y los saben bien. Okay, entonces, vamos a usar los dos más comunes--tú y yo. Empezamos practicando con muchos frases repetidos usando el verbo con tú y yo. Después podemos, poco a poco, añadir otros pronombres.

Ej. Yo voy a la iglesia. Yo voy a la escuela. Yo voy a la oficina. Tú vas a la iglesia. Tú vas a la escuela. Tú vas a la oficina.

A mi, siempre me gusta ponerles a escribir una frase original, para mostrar que realmente han aprendido la forma. Si su frase original es algo como Tú voy a la escuela, o no pueden escribir uno, yo entiendo que necesitan más practica.

En toda su enseñanza, recuerda, empieza en cero, y llega rápida al nivel del niño, sea cero o más adelante. Al punto que el niño no entiende, vaya para atrás, y poner ese parte malentendido en pasos más pequeños que no asuste al estudiante, y que le parece posible.

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