Si visita a la Republica Dominicana, no olvida de pasar por la escuela de sordos en Sabana Perdida. Se llama Centro Cristiano de Educación para Sordos. Allá Ud. va a encontrar algo muy raro: estudiantes sordos que están leyendo de verdad. Aún más raro, va a encontrar algunos entre ellos que no solamente están leyendo, pero que les encanta la lectura, y ruegan a las maestras prestar los libros para poder leerlos en casa. Algunos leen en el receso, y cada momento libre durante el dia escolar. Es cierto que están leyendo a nivel básico todavia. Tienen un vocabulario muy pequeño. Pero están leyendo, y felices por eso. Cuando digo leer, no quiero decir que saben decir una seña para cada palabra, o un complemento (Español Complementado) para cada palabra, sino que entienden lo que están leyendo.
¿Es inclusión? ¡No!
Tengo una gran queja de la práctica de inclusión en muchas aulas. Mi queja es que la que se llama inclusión, frecuentemente no incluye al niño sordo. No niego que dejan entrar al aula el sordo, (aveces). Pero abrir la puerta del aula, tirar el sordo adentro, y cerrar la puerta, no es incluirlo.
Le doy un ejemplo. Vamos a decir que voy a dar una reunión en español. Le invito a una maestra que habla solamente el francés. Nadie está funcionando como intérprete. ¿Está incluído esa maestra? ¡Claro que no! Ser presente no es igual ser incluido.
El niño sordo presente no es el niño sordo incluido. El niño oyente que está en silla de ruedas puede oir y hablar. El niño ciego puede oir y hablar. El niño con retraso puede oir y hablar. Tienen mucho más oportunidad ser incluido en una clase oyente. Saben español. Pero el niño sordo está excluido a causa de su lengua, cuando entra sin intérprete, y no solamente lo que se llama intérprete, pero una que está calificada como intérprete.
He observado muchas veces un niño sordo en el aula oyente, pero sin intérprete. Un entrevista con la maestra revela que aunque la maestra pone el niño sordo frente a la clase, todavía no entiende bien. Pregunto --¿cómo es la comunicación? Me informa que el niño lee los labios.
¡Es un milagro! El niño, sin ni saber español, ¡sabe leer los labios! La gente muchas veces mal-entienden sobre el labio lectura. La maestra imagina que el niño sordo entiende sus clases, porque copia las lecciones de la pizarra, igual a los niños oyentes. El niño sordo está copiando todo sin entenderlo. Llega a la casa con cuadernos llenos, y los padres se engañan, creyendo que ya sabe leer todo que está copiando.
Quiero hacer otro punto mas sobre la supuesta inclusion: los sordos no están incluídos, en las clases de aprender la lectura. Cuando una maestra enseña la lectura a los niños sordos, por sonido, ma-me-mi-mo-mu, etc., el niño sordo no aprende. La maestra enseña a los niños oyentes a ver palabras que ya conocen, y pronunciarlos según el sonido de las letras. Los sordos ni saben español a la edad cuando los oyentes empiezan a leer. ¿Cómo, entonces se espera que el sordo va a aprender a leer en un aula con oyentes?
Hablamos de la inclusión donde proveen un intérprete. Primero, la mayoría de los sordos "incluídos" simplemente no tienen intérprete. Pero los que tienen, muchas veces tienen un supuesto intérprete, que nunca ha sido entrenado. A veces ni sabe señas, aparte de señas de casa. No tiene estudios en la ética de interpretar, y en vez de ayudar al niño a entender la comunicación, empieza a ayudarlo hacer sus estudios. Eso no es el trabajo del intérprete. El intérprete no es maestra, sino uno que traduce a y de lenguaje de señas. Si sabe señas, muchas veces no sabe interpretar, y intenta a poner una seña para cada palabra de español, manteniendo el orden del español. Eso no es lenguaje de señas, sino un intento a español por las manos, y pocos sordos son suficientemente bilingüe para entender esa forma.
Pues, no se puede incluir sin interprete, y hay pocos intérpretes preparados, comparados a la cantidad de sordos que deben de estar en las escuelas.
¿Inclusión? ¡Ojalá que fuera, de verdad!
Le doy un ejemplo. Vamos a decir que voy a dar una reunión en español. Le invito a una maestra que habla solamente el francés. Nadie está funcionando como intérprete. ¿Está incluído esa maestra? ¡Claro que no! Ser presente no es igual ser incluido.
El niño sordo presente no es el niño sordo incluido. El niño oyente que está en silla de ruedas puede oir y hablar. El niño ciego puede oir y hablar. El niño con retraso puede oir y hablar. Tienen mucho más oportunidad ser incluido en una clase oyente. Saben español. Pero el niño sordo está excluido a causa de su lengua, cuando entra sin intérprete, y no solamente lo que se llama intérprete, pero una que está calificada como intérprete.
He observado muchas veces un niño sordo en el aula oyente, pero sin intérprete. Un entrevista con la maestra revela que aunque la maestra pone el niño sordo frente a la clase, todavía no entiende bien. Pregunto --¿cómo es la comunicación? Me informa que el niño lee los labios.
¡Es un milagro! El niño, sin ni saber español, ¡sabe leer los labios! La gente muchas veces mal-entienden sobre el labio lectura. La maestra imagina que el niño sordo entiende sus clases, porque copia las lecciones de la pizarra, igual a los niños oyentes. El niño sordo está copiando todo sin entenderlo. Llega a la casa con cuadernos llenos, y los padres se engañan, creyendo que ya sabe leer todo que está copiando.
Quiero hacer otro punto mas sobre la supuesta inclusion: los sordos no están incluídos, en las clases de aprender la lectura. Cuando una maestra enseña la lectura a los niños sordos, por sonido, ma-me-mi-mo-mu, etc., el niño sordo no aprende. La maestra enseña a los niños oyentes a ver palabras que ya conocen, y pronunciarlos según el sonido de las letras. Los sordos ni saben español a la edad cuando los oyentes empiezan a leer. ¿Cómo, entonces se espera que el sordo va a aprender a leer en un aula con oyentes?
Hablamos de la inclusión donde proveen un intérprete. Primero, la mayoría de los sordos "incluídos" simplemente no tienen intérprete. Pero los que tienen, muchas veces tienen un supuesto intérprete, que nunca ha sido entrenado. A veces ni sabe señas, aparte de señas de casa. No tiene estudios en la ética de interpretar, y en vez de ayudar al niño a entender la comunicación, empieza a ayudarlo hacer sus estudios. Eso no es el trabajo del intérprete. El intérprete no es maestra, sino uno que traduce a y de lenguaje de señas. Si sabe señas, muchas veces no sabe interpretar, y intenta a poner una seña para cada palabra de español, manteniendo el orden del español. Eso no es lenguaje de señas, sino un intento a español por las manos, y pocos sordos son suficientemente bilingüe para entender esa forma.
Pues, no se puede incluir sin interprete, y hay pocos intérpretes preparados, comparados a la cantidad de sordos que deben de estar en las escuelas.
¿Inclusión? ¡Ojalá que fuera, de verdad!
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