Para muchos que viven en el Caribe, ya es tiempo de pensar, y preparar para el regreso a la escuela. Los niños están aburridos, y listos a regresar. A las maestras, también ya nos hace falta las caritas de los estudiantes. Se nos olvidaron ya, los problemas del año pasado. Tenemos una esperanza nueva para un nuevo año escolar, mejor que nunca.
Estoy pensando ahora, en el aula. Muchos estudiantes sordos vienen de hogares de pocos recursos. No tienen casas bonitas. Caminan las calles llenas de basura. Pasan negocios y casas que hacen falta pintura, y no muestran nada de hermosura. En una sola palabra, su mundo es feo. Dia tras dia en un mundo así, daña el alma.
Debemos siempre tratar de hacer la escuela un pedacito del cielo para los estudiantes. Necesitan un lugar de belleza, y harmonia, donde puede descansar su alma. Deben sentir que la escuela es un lugar seguro, donde no hay que preocuparse que alguien les va a hacer daño.
En el barrio, pueden escuchar tiros, ver los vendedores de drogas, y todo lo feo que anda. Pero en la escuela, deben sentir tan seguros como un bebé nuevo en los brazos de su mamá. Les da la fuerza para enfrentar el mundo feo que encuentran al salir.
El niño sordo está acostumbrado ser marginalizado, maltratado, y burlado, por la sociedad, y muchas veces por su propia famila. Pero en la escuela cristiana de sordos, curamos sus heridas, respetandolos como personas digna y con valor.
La maestra buena no deja que ningún niño maltrate a otro. La maestra tampoco los maltrate. He dado cuenta que los niños copian la actitud de la maestra. Pues, cuando veo niños que ya tienen much tiempo en la escuela, pero practican burlarse de un niño con retraso u otro impedimiento, puedo casi contar que la misma maestra no ha mostrado amor por el niño maltratado. Pero donde la maestra da amor y atención a los niños más necesitados, los demás niños aprenden y lo hacen igual.
Todos los niños deben ser incluídos en todo que puedan. Si tiene un niño que está en silla de ruedas, es autista, o tiene retraso, no lo deja afuera de las actividades. Piensa siempre en como se puede adaptarlas a ellos. Por ejemplo, la niña en silla de ruedas puede participar en una carrera como la persona que avise cuando empieza la carrera, y puede determinar quien terminó primero.
La niña autista que no entiende bien debe siempre estar cuidado por sus compañeros de clase, y no ignorado. El amor cambia todo, y he visto progreso en los niños que reciben el amor. Los padres no pueden creer la diferencia. Y recuerda que la disciplina es parte del amor.
Pues, piensa entonces en el aula. ¿Cómo puedo hacer el aula un refugio en la tormenta de vida? Haga la mejor que pueda, para averiguar que el aula está bonita. Eso empieza con pintura, y después con algunas decoraciones. No tienen que ser costosos. Pueden ser hecho en casa. Solamente que se coordinan bien, para dar harmonia. Las decoraciones, recuerda, deben ser útiles en la enseñanza. El abecedario en colores bonitas puede ser en la pared de los primarios, por ejemplo. También trata de mantener el aula todo en orden y limpio.
Sé que no es fácil, aveces. No hay dinero. Pero confia en el Señor. Si la escuela no puede pintar cuando lo necesita, hay padres que les gustaría ayudar? ¿Hay un negocio que les ayudaría? ¿Tal vez el gobierno? Busca primero de Dios. Deja que te guía a la solución.
Tenga tu alma en paz con Dios y hombre, lista para el trabajo de amor que vayas a hacer en la enseñanza de los niños sordos.
Recuerdo escuchar que hay maestras que han enseñado veinte años, y ¡hay otros que han enseñando un año veinte veces! Siempre es bueno establecer tu rutina en el aula, pero recuerda que cada año tienes más experiencia, y debe ser mejor maestra. Cada año debes estar añadiendo nuevos métodos. Deja el viejo escribir y copiar para métodos más modernos, más efectivos, y menos aburridos.
Quisiera compartir algo que escuché hoy de la directora de una escuela de sordos. Me dijo que los niños están locos ya para empezar las clases. ¡Los mismos padres están pidiendo que abren la escuela ya, casi un mes mas temprano! ¿Por qué? Porque a esos niños les encantan la escuela. Cuando terminó, no quisieron parar de llegar. Tienen maestras excelentes que les ama y les enseña en formas interesantes. Aprenden.
Que sea así con tus estudiantes. Abra el refugio con el amor de Dios, y la sabiduría de Él que todo sabe. Aprenda del Maestro como ser maestra excelente.
¿Listas?
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