Es una lástima que muchas maestras están contentas de hacer lo más mínimo que puedan, para ganar la vida como una maestra. Es decir, trabajan simplemente para ganar la vida. No les importa tanto que los sordos aprenden. Hay otros, que no están bien así; quieren ser buenas maestras, y son. Pero ¿es suficiente? ¡No! Cada maestra debe estar siempre trabajando para lograr más, para ser no solamente una buena maestra, sino una maestra excelente.
Solamente una maestra de sordos que es excelente va a lograr enseñar bien a los sordos, porque los sordos no son tan fáciles de enseñar. En toda enseñanza, hay que pensar más en la presentación. Los métodos de la maestra vaga (escribir en la pizarra, explicar, dejar que los niños pierden media hora o más copiando lo que todavía no entienden) no sirven para la maestra de excelencia.
Ella sabe que hay que usar otros métodos para enseñar en una forma que el sordo se interesa y se entiende. Su propósito no es simplemente mantenerlo ocupado, sino que aprenda. Hay que enseñar en una forma más individualizada, porque los sordos llegan a la escuela en tantos niveles distintas. La maestra no excelente enseña a todos los niños al mismo nivel. Así los más inteligentes se aburren, y los más lentos se pierden.
Si es una buena maestra, la felicito, pero si quiere trabajar con sordos, siga para alante, y puede logar ser una maestra de excelencia.
Muchas maestras se sientan cuando su clase está trabajando solo. Toman un descansito, llama a su familia por celular, chismean con las otras maestras, o aprovechan del tiempo para corregir las tareas entregadas. Pero la maestra de excelencia pasa mucho más tiempo con su clase, caminando entre los estudiantes para averiguar como siguen, y quien necesita ayuda.
Muchas maestras empiezan su clase tarde, y terminan su clase temprano. La maestra de sordos que es excelente, aprovecha de todo el tiempo que tiene, sabiendo que los sordos están años atrás de los oyentes al llegar a la escuela.
La maestra excelente enseña a sus estudiantes a aprovechar del tiempo también. Sus estudiantes saben que terminar el trabajo quiere decir empezar otra actividad, sea leer un libro, hacer una rompecabezas, o practicar la matemática con otro compañero. Muchas maestras ordenen su horario al ritmo del estudiante más lento. Ella le da a los estudiantes una tarea, y los más rápidos terminan in pocos minutos. Ellos pueden pasar media hora hablando con sus compañeros, mientras los estudiantes más lentos terminan.
La maestra excelente siempre está estudiando como puede mejorar su enseñanza. Ella busca el internet, habla con otras maestras con más experiencia, asiste talleres y siempre la encuentra leyendo acerca de la educación. Aunque trabaja con sordos, ella sabe de otras descapacidades que también aparecen entre los sordos, sea dislexia, el autismo, retrasos de todos típos y más. Ella se prepara a enfrentar cualquier cosa.
La maestra excelente hace materiales para su clase, y cuida los materiales que tiene, para que duran mucho tiempo. Esta maestra siempre está pensando en como se puede convertir las cosas más simples en una herramienta para la educación de sus estudiantes.
La maestra excelente hace su aula una lugar de paz para sus estudiantes. Siempre lo mantiene limpio, y arreglado con la ayuda de sus estudiantes. Trata de hacerlo un sitio donde los sordos siente bienvenidos y seguros.
Y ahora una pregunta. Piensa diez años en el futuro, ¿Puede decir que ha enseñado diez años de verdad? o es que ha enseñado un año diez veces? La maestra excelente nunca deja de mejorar. Cada año su enseñanza es mejor que el año pasado.